miércoles, diciembre 19, 2012


La memoria hace parte de nuestra sangre, de nuestra vida.

No es fácil olvidar, ni queremos.
 La presencia imborrable de nuestra querida Evelyn, hace mella en cada uno de nosotros y aun hoy  la recordamos y la queremos con mucho cariño.  A veces puede sonar un poco loco, que después de siete años de fallecida  mantengamos este sentimiento tan vivo y tan actual.  Pero es inevitable. Este diciembre nos recuerda otra vez, con más fuerza, el día 23 de hace siete años. Lindo funeral. Parecía imposible poder vivir sin ella.  Claro el tiempo corre a nuestro favor pues entre más tiempo pasa, creemos superado más rápido nuestro dolor. Pero no es así.  La memoria hace parte de nuestra sangre, de nuestra vida.
No es fácil olvidar, ni queremos hacerlo.

6 comentarios:

Casa Quica. dijo...

La memoria hace parte de nuestra sangre, de nuestra vida.
No es fácil olvidar, ni queremos.
La presencia imborrable de nuestra querida Evelyn, hace mella en cada uno de nosotros y aun hoy la recordamos y la queremos con mucho cariño. A veces puede sonar un poco loco, que después de siete años de fallecida mantengamos este sentimiento tan vivo y tan actual. Pero es inevitable. Este diciembre nos recuerda otra vez, con más fuerza, el día 23 de hace siete años. Lindo funeral. Parecía imposible poder vivir sin ella. Claro el tiempo corre a nuestro favor pues entre más tiempo pasa, creemos superado más rápido nuestro dolor. Pero no es así. La memoria hace parte de nuestra sangre, de nuestra vida.
No es fácil olvidar, ni queremos.

Anónimo dijo...

Recordar es inevitable al igual que extrañar, lo importantes es que no duela aún la herida,porque las cicatrices no duelen solo rememoran.

Un abrazo a todos y todas en navidad fecha en que recuerdan con más fuerza al ser querido.

los mayas dijo...

ADIOS MUNDO CRUEL

Anónimo dijo...

Con dolor y con nostalgia registramos cada día los recuerdos de la existencia de esa gran mujer que fue nuestra madre.
Estas fechas por más que no lo propongamos no podemos relacionarlas con nada distinto a su enfermedad, muerte y sepelio.Tendríamos que sufrir amnesia para no relacionar la navidad con su ausencia.

Daniel dijo...

¿Olvidarla? ¡Jamas! Recordemosla con alegria,admiracion,devocion,ternura, muchisimo agradecimiento y amor.Los lazos de dolor,no la dejan avanzar en su travesia cosmica y espiritual,tampoco nos hace bien.
Aceptemos esta realidad con la fortaleza y grandeza que seguramente,ella hubiera querido.

Anónimo dijo...

No solo en navidad la recordamos, a cada instante, en cada actitud de sus descendientes, en cada cosa, con cada música, mamá siempre , siempre estará presente